Lamentablemente, estamos acostumbrados a que un
puñado de diputados de la extrema derecha neonazi, presente en el Parlamento
Europeo una resolución contra Cuba. Sabemos que estos tristes títeres están
directamente vinculados a los grupos mafiosos anti-cubanos de Miami, que
reciben fondos multimillonarios de Estados Unidos a través de la NED y USAID
para justificar las sanciones imperialistas que pretenden someter al pueblo
cubano.
Pero que, a pesar de las destacadas intervenciones de los diputados de izquierda que se han opuesto a ella, el Parlamento Europeo ha votado la lamentable y engañosa resolución con 386 votos a favor (236 en contra y 59 abstenciones), demuestrando si fuese necesario el pobre papel que desempeña esta institución.
¿Que credibilidad tiene la Unión Europea que no dice nada ante la criminal represión de los movimientos sociales en Colombia ni ante las masacres de decenas de niños por el régimen colonial israelí en Palestina y que quiere dar lecciones de derechos humanos en Cuba?
¿De qué derechos humanos estamos hablando? Porque Cuba, miembro electo de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, es elogiada por todos los organismos internacionales por la calidad de su educación y de su servicio de salud, por su notable gestión de la pandemia del covid19 en la isla y por la creación de 5 vacunas en beneficio de su población y también de la de los países pobres. Porque Cuba actúa no sólo por Cuba, sino por los demás pueblos, enviando miles de médicos a desastres o epidemias, como la del Ébola en África Occidental, que fue agradecida por la OMS con el premio Lee Jonk Wook en 2017. Es vergonzoso que la Unión Europea no aplauda la llegada de los médicos cubanos en ayuda de Italia en 2020, entonces en el corazón de la pandemia, cuando los poderosos países de la Unión no han sido capaces de hacerlo. Al contrario, el Parlamento Europeo difunde la retórica estadounidense de los «médicos esclavos» mientras que las brigadas médicas cubanas llevan con orgullo la solidaridad internacionalista de Cuba y son objeto de más de 200 nominaciones de más de 40 países para el Premio Nobel de la Paz 2021.
En cuanto a la libertad de expresión, tampoco hay legitimidad por parte de España, que encarcela a raperos como Pablo Hasel por sus canciones, ni de Francia, que reprime a los participantes en las manifestaciones sociales, dejando ciegos a decenas con armas prohibidas internacionalmente y encarcelando a cientos.
Nada de todo eso en Cuba, sino una «oposición» de los grupúsculos financiados también por la USAID y la NED para intentar generar una revolución de colores y que no encuentra ningún apoyo en la isla. Tanto en Cuba como en Miami, estos mercenarios reclaman a gritos una intervención armada de Estados Unidos y apoyan el bloqueo que tan cruelmente afecta al pueblo cubano.
Porque si hay una violación de los derechos humanos en Cuba, es la que le está haciendo sufrir el bloqueo imperialista desde hace más de 60 años, trabando cruelmente su acceso a los productos de primera necesidad, impidiendo que los buques traigan equipos médicos y obstaculizando el desarrollo económico de la isla.
Y si hubiera que citar otra violación de los derechos humanos en Cuba, es el mantenimiento del centro de tortura que los Estados Unidos en el territorio que ocupan ilegalmente en Guantánamo y se niegan a restituir.
¿Entonces que significa el voto indigno de los parlamentarios europeos sino que la víeja Europa no puede dejar de eructar sus viejos reflejos injerencistas de colonialistas dando lecciones, intentando ocultar su pérdida de influencia, y transformándose en perrito faldero obediente y celoso de los Estados-Unidos, apoyando sus acciones más viles.
Cuba-Linda condena este voto lamentable y reafirma su apoyo a Cuba, a su pueblo y a su Revolución digna, justa y generosa.
¡Alto al bloqueo genocida de Estados Unidos!
¡Viva Cuba!
