El impacto y legado de la Revolución Cubana en América Latina

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El 1 de enero de 1959 las fuerzas del Ejército Rebelde encabezadas por Fidel Castro ingresan victoriosas la ciudad de Santiago de Cuba marcando el triunfo de la Revolución Cubana.

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El proceso revolucionario cubano fue el hecho político más poderoso y que mayor impacto causó en América Latina, a lo largo de la segunda mitad del siglo 20, por que sus líderes supieron expresar las contradicciones no resueltas entre los Estados Unidos y los demás países de la región.

La consolidación del proceso revolucionario cubano y su legado en latinoamérica fue en parte el resultado de la política injerencista de Estados Unidos que, sin respetar los principios de la soberanía nacional y de la autodeterminación de los pueblos, no aceptaron los actos ni reformas políticas, sociales y económicas emprendidas por Fidel Castro tras el triunfo de la Revolución Cubana.

Para el sociólogo brasileño Emir Sader la influencia de la Revolución Cubana en Latinoamérica fue superior a la que tuvo la Revolución Rusa en Europa en su tiempo.

La politóloga chilena Marta Harnecker pone el énfasis en que el triunfo de la Revolución Cubana quebró el fatalismo de la izquierda latinoamericana, acomplejada ante la potencia de Estados Unidos y el recurso de las dictaduras por parte de las oligarquías.

Para Fidel la unidad de América Latina y, más aún, la de los pueblos y naciones del por entonces llamado Tercer Mundo, era esencial. Por eso creó la Tricontinental en enero de 1966, para apoyar y coordinar las luchas de liberación nacional en África, Asia , América Latina y el Caribe.

El líder de la Revolución Cubana sabía que la unidad regional era imprescindible para contener y derrotar al imperialismo estadounidense.

A finales del siglo XX  Latinoamérica viró a la izquierda gracias en parte a la llegada al poder de presidentes progresistas como Hugo Chávez (Venezuela), Nestor Kirchner (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) por citar algunos quienes hicieron frente a la política intervencionista y divisionista de Estados Unidos en América Latina.

La creación de mecanismos de integración como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (2002) ALBA-TCP,  la Unión de Naciones Suramericanas en 2008 (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeño 2010 (Celac) responden a la idea expresada en Cuba de unión entre las naciones latinoamericanas para hacer enfrentar a Estados Unidos.

Ante a la arremetida de la derecha con la instauración por vía democrática o fáctica de gobiernos neoliberales, los movimientos y organizaciones sociales se han movilizados para hacer frente a las políticas impopulares que buscan impulsar un agenda pro estadounidenses.

Las organizaciones sociales se han inspirado en los ideales revolucionarios para denunciar y luchar contra las imposiciones neoliberales promovidas desde Washington por lo que el legado dejado por Fidel Castro y la Revolución Cubana sigue presente en la región.